Una buena botella de vino,
un tabaco recién armado,
un buen revolcón sin sorpresas inesperadas a la mañana siguiente
o una puta amable a la vuelta de la esquina; no te consumas en ese nido de ratas,
no te atasques en la mediocridad de lo cotidiano
no te hundas en ese pozo llamado vida.
Te hablo de algo más que llevar el pan a la casa todos los días
y verte tranquilo encerrado en cuatro paredes.
No te consumas
no finjas,
vomita ese miedo intrínseco
y si al final del día no logras nada,
pégate un tiro, de todos modos,
alguien se reiría.
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