Y sí, recuerdo como solíamos escapar de la culpa
envolviendo en una sábana de inocencia nuestro pesar,
resolviendo todo a medias,
dejando entrar el desdén.
Sí, decíamos tantas mentiras
mentiras rojas, rojas como el mar de tu cien
vivas como el reflejo de tu luna
secreta como el farol en mi piel
Sí, nos atrevíamos a faltar
a no querer demostrarnos pasión
quizá solo por rabia
quizá solo por amor
Sí, entrabamos en recesión
en una cúpula de malos guiones
sin atrevimiento, ni misericordia.
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