Las arrugas inconfundibles en el rostro
por el contorno de los ojos y en la cuenca de los mismos.
Toda la piel, todo el órgano achurrascado de ir y volver
y perderse,
recordando(se) a medias
con los pies enmohecidos
susurrando una lágrima pobre
esperando la súbita podrida de la vida
la cosa es clara, acá nada perdura
y usted ¿Le tiene miedo a morir?
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